Miércoles...

Cosas buenas y malas han pasado hasta el minuto en la semana.

Las malas. Una vecina de mi edificio (una vieja con cara de profesora de castellano, con menos sexo en el cuerpo que la señora de Gonzalo Cáceres) al estacionarse me rompió el un foco trasero de mi auto.

Ella maneja un vehículo bastante antiguo. Por la edad de la vieja de mierda, sumado a que soy una persona cortés y educada, preferí no decirle nada. Además no hay pruebas fehacientes del acto, pero solo ella pudo haber sido, se estaciona justo detrás de mi auto y la he visto manejar con las tetas tan pegadas al volante, que si le da frio hace sonar la bocina. Resultado, 40 Lukas el arreglo, ya que no venden el plástico que se quebró, sino todo el foco (Negociado de los cabrones del garaje).

Pa más mala cuea les ha dado a unos pendejos qliaos en mi edificio, jugar en los estacionamientos subterráneos, desinflando neumáticos y haciendo sonar las alarmas de los vehículos estacionados. Me toco el turno, y me han desinflado una rueda a mango. Juro que si pillo a uno de los pendejos de mierda lo llevo del pelo hasta su depto y me tiro a la madre del weon y al padre le saco la mierda.

Las buenas… esperando que pase algo digno de ser bueno. (incluye el pillar al pendejo que me cago con la rueda y que la madre sea rica)

Las más o menos buenas. Una amiga que no veo hace 3 meses por estar enojados, ha hecho contacto (pese a todo lo que la gente cercana a mi crea, la verdad que igual buena onda, ya que no me gusta estar mal con la gente que aprecio) espero que ahora la amistad funcione mejor. Si no, mala cuea.