viernes, 18 de enero de 2008

Chronicles of Carbone


Se cierra la puerta, avanza con pasos cansados y una sonrisa gastada, nos mira y saluda con un movimiento corto entre la barbilla y la nuca. Era viejo para nosotros, cargaba cuadernos a mal traer. Pelo “engominado”, con unos pantalones pinzados aferrados a un cinturón de cuero claro llevado mas arriba de la cintura, camisa a cuadros con el toque chayanezco de 3 botones abiertos en el pecho y mocasines con hebilla metálica sin calcetines. Se sentó. Ese fue el debut de Carbone.

Carbone… Como expresar la esencia de este personaje. Difícil tarea.
No por su personalidad o genialidad incomprensible, sino que simplemente da sueño.
Tratare de hacer un breve punteo de este ser vivo antes de caer inconciente.

Primero, él se autocalifica como el rostro de la oposición venezolana en los inicios de Chávez. Pero irónicamente esta en Chile. Podríamos creer que esta exiliado por sus ideas antitotalitaristas. O que es una persona que maneja estratégicamente las fuerzas filosóficas y políticas desde un puesto clave en América Latina hacia Venezuela. Pero no, el solo vive acá.

(Primer bostezo)

Ha empezado muchas cosas en su vida, pero no ha terminado ninguna. Se podría decir que es un inconformista, pero no. Simplemente se distrae con algo que lo atrae solo a él., dejando de hacer lo que hacía.

(2 bostezos más)

Compensando el punto anterior se califica como un hombre de negocios. Lamentablemente ninguno llega a dar sus frutos ya que su talento en dejar las cosas a medias lo usa en todo. Analizando este punto podría decirse que eso lo ha mantenido a salvo, pues la gran mayoría de sus proyectos comerciales incluyen un alto riesgo civil y penal de por medio.

(Incontables bostezos y un par de cabezazos contra el teclado)

Ante cualquier apuesta tuvo un hijo. Por lo que algo llevo a término. Dicen que no le cuesta nada hacerlo dormir, de hecho los hace dormir a todos.


(Voy por una siesta, después sigo)

miércoles, 9 de enero de 2008

Verguenza Ajena

Para comenzar el año un poco de ironía.